No sé si será le efecto fin de año y de recopilación de datos, acciones, proyectos, datos, que de una manera u otra se acumulan en el cerebro (o en tu email) pero en esta edición se me juntan varios números que tienen un importante sentido para mí y están relacionados entre sí.
Para la penúltima de las ediciones de 2021, allá va una de números. Te los pongo aquí por si quieres echar una primitiva con ellos y luego darme un % del premio :)
12, 13, 17, 40, 55, 67.
Casualidades de la vida esta es la edición 17 de Tejiendo Palabras, que aunque es el número que menos importancia tiene de los que hoy voy a nombrar, fue a la edad en la que elegí dedicarme a lo que me dedico. Bueno, mejor dicho, que elegí empezar un camino que me ha llevado a donde estoy hoy en día, porque variar ha variado un rato...
Yo pude elegir en su día que estudios realizar, cosa que por ejemplo mi padre no pudo en su día. Hoy es 12 del 12 (diciembre), justo el número de los años que tenía mi padre cuando empezó a trabajar. 12 años.
Piensa si serías hoy en día capaz de mandar a tu hij@ de 12 años a una fábrica a tejer o a lo que toque ese día, como en este caso.
El caso es que por el camino de los años, a pesar de no haber podido tener estudios superiores, no he dejado de ver en él un hambre de aprender de todo aquello que tuviera relación con la empresa y negocios, así como desarrollo personal.
De casta le viene al (menda) galgo, parece. Crecí rodeado de libros que a los años he leído o me he llevado “prestados“ a casa. Ahora también le dejo a él alguno de vez en cuando :)
Mañana es día 13. Cualquiera diría que es un mal día o que dará mala suerte. En este caso me opongo firmemente a esto, ya que el cumpleaños de un padre no tiene pinta de algo malo precisamente. Sí, es mañana, un día 13 estupendo. Y esto me recuerda que cuando yo tenía 13 años, él cumplía el mismo año los 40.
40 tengo yo ahora, fíjate. Veía esa edad como algo muy lejano y de verdad, casi como tercera edad. Comprobado que no.
A veces nos dice que se quiere jubilar ya, pero en el fondo no quiere. Cumple 67 y no quiere dejar de trabajar día a día a nuestro lado, dando guerra y viendo como algo en lo que soñaba se hizo realidad, sigue en marcha con sus hijos al frente y él como parte importante.
Si le restamos 12 a 67, nos dan los 55 años que lleva entre telares, alfombras, fibras y demás familia textil. Todavía me quedan unos cuantos para llegar a esos números y creo que a mucha de la gente que está leyendo esto también. ¿Llegaremos?
Leches, son números para dar una pensada. Y pensar en otros números que aparecerán. Al menos yo, quiero ir pensando y eligiendo números por adelantado.
Mi admiración para él, desde siempre. Felicidades papá.
Abrazos :)