Uno de los procedimientos más sencillos pero trabajosos cuando piden un felpudo de coco (dan de sí…) con un diseño personalizado, es el pintado del material con la plantilla del diseño.
Si toca preparar una tirada larga de felpudos con el mismo dibujo, logo o cualquier cosa que se pueda poner en este tejido tan particular no hay otra que preparar la plantilla, coger los colores más adecuados (ya que el fondo es siempre marrón, color… pelo de coco) y arremangarse. A partir de ahí, a darle a la pintura.
(Inciso: se puede hacer impreso, pero perdería la gracia del tema)
Como ya conté en una edición anterior, hay que darle bien al pincel para que la fibra se impregne. Si quieres que entre bien y resalte más el dibujo o las letras, hay que repasar y asegurarse de que entra en el tejido.
Después de esto, lo mejor es dejarlo al sol para que se seque bien. El calor y el aire libre ayuda a que se afiance el color y la fibra pierda la humedad que puede afectar a su estructura, ya que es natural.
Recuerdo decenas de felpudos doblados en una especie de U y en pie, sobre uno de sus lados largos, orientados al mediodía para que les diese el sol el máximo tiempo posible, todos en el patio trasero de la fábrica de mi padre.
Ahí al sol todo quedaba fijado. Y además se veía lo que se había hecho. Cualquiera de los que trabajaban en la empresa lo podía ver y detectar si había algún problema con la pintura o simplemente revisarlo.
La pintura se afianzaba al sol. Fuera, al aire.
Igual que si sacas o pones en marcha algún proyecto en público afianzas tu labor en él. Y te implicas más. Un #BuiltInPublic en toda regla que te hace poner la carne en el juego.
Si estás montando algo o dándole vueltas y está cerrado, sólo para ti y nadie más lo ve, lo más seguro es que nunca acabe de ver el sol o no le pongas las mismas ganas que si estuviera en marcha y a la vista de todos.
El hecho de sacar un MVP o empezar con algo, por muy pequeño que sea, te hace implicarte más en su evolución.
O al menos, eso he podido comprobar.
¿Sales al sol?
Abrazos.
PD: Agradecimientos máximos a tod@s los que han nombrado o recomendado estos textos en sus newsletters o redes sociales durante estos meses. Hoy me he despertado con la de Máximo, pero anteriormente fueron las de Elena, o Jaime, o Chus, Chabi, Iván, o también Rolando, Santiago, Pablo, etc… muchas gracias de corazón a todos :)
PD2: La foto es de Santa Pola, justo donde hoy le estaba dando la vuelta al tema de la edición de hoy. No había felpudos pero había un solecillo que sentaba de maravilla delante del mar e invitaba a pensar. Y viento de poniente. Y lens-flare.