¡Hola!
Cortita y al pié.
Dijo Abraham Lincoln una vez: «Dame seis horas para cortar un árbol y pasaré las primeras cuatro afilando el hacha.»
No le falta razón al tío Abraham, cortar un árbol con el filo del hacha hecho trizas debe ser toda una aventura y un gasto de recursos/energía de proporciones bíblicas.
Las lanzaderas vienen (más o menos) afiladas en sus puntas, para que pasen entre los hilos de manera rápida y no encuentren bloqueos. Se abren paso entre la madeja a toda velocidad, sin dificultad.
Es por eso que con el email de hoy, pensando en futuras lanzaderas (tanto para mí como para vuestros tejemanejes) os emplazo a aprovechar estas semanas más tranquilas para afilar el hacha y empezar a cortar árboles al acabar vacaciones.
Por mi parte, estoy con papel y lápiz (modo digital off) preparando varias cosillas para cuando vuelva a dar guerra en unas semanas. Os mantendré al día próximamente :)
Y por la vuestra, os emplazo a pensar y desconectar (de verdad) para conectar (puntos).
Nos vemos aproximadamente en un par de semanas.
Abrazos :)
PD: Para quien quiera animarse: Dejad el móvil en casa por unas horas y me contáis que habéis sentido después, es importante para mí saberlo ;)
Sigues hilando bien ;)